10 Sep El Presidente de los Procuradores, Juan Carlos Estévez asiste a la apertura del Año Judicial
Es necesario invertir con prontitud dinero y talento para implantar un nuevo modelo territorial y organizativo de la Justicia”, dice Carlos Lesmes en la apertura del Año Judicial. El presidente del Poder Judicial reivindica la importancia de la Justicia como pilar fundamental del Estado de Derecho y de la propia democracia, como instrumento de lucha contra la delincuencia y como factor de prosperidad. Lesmes subraya que el juicio del ‘procés’ “ha puesto de manifiesto, una vez más, el compromiso de nuestros jueces con la defensa de los valores del Estado de Derecho proclamados por la Constitución”
Durante su intervención, Lesmes ha señalado que es necesario “invertir con prontitud dinero y talento para implantar un nuevo modelo territorial y organizativo de la Justicia”, que debe ser dotada de los medios materiales y personales de que precisa “no como una reivindicación corporativa o interesada de quienes formamos parte de ella, sino como uno de los ejes que han de permitir que nuestro Estado de Derecho quede definitivamente vertebrado”.
El presidente del Poder Judicial ha advertido, no obstante, de que esa necesaria reforma de la Justicia, por su envergadura y complejidad, “solo puede ser abordada desde un amplio acuerdo político”, y ha añadido que mientras eso no se produzca “difícilmente se podrá rentabilizar de manera real el esfuerzo inversor que se haga por parte de las Administraciones Públicas competentes y difícilmente podremos superar las actuales ineficiencias”.
Entre éstas, ha destacado las altas tasas de litigiosidad y el reducido nivel de gasto en políticas de Justicia, que se traducen en una excesiva carga de trabajo en los órganos judiciales, “difícilmente asumible con los recursos disponibles” y en unos tiempos de respuesta de los tribunales que, pese a ir mejorando, “aún no son satisfactorios”.
Lesmes también se ha referido al “importante problema organizativo”, derivado sobre todo de un mapa territorial de la Justicia que es hoy el mismo que se estableció en 1834, y ha recordado que distintos Gobiernos, de distinto signo político, y el propio Consejo General del Poder Judicial, han coincidido en la necesidad de reformar ese modelo y apostar “por la concentración territorial y la colegiación de órganos judiciales”.
Además, ha reclamado que también se preste atención a factores “como el elemento tecnológico, la mejora del funcionamiento interno de las oficinas judiciales, la modernización de los métodos de trabajo y, claro está, la definitiva actualización de nuestras normas procesales, especialmente en lo relativo a la siempre aplazada, pero nunca menos necesaria, reforma integral del proceso penal, con el dictado de una nueva Ley de Enjuiciamiento Criminal”.
El presidente del Supremo ha agregado que, en cualquier caso, la Justicia española también presenta importantes fortalezas, ya que nuestro sistema “cumple sobradamente con los requerimientos más exigentes del Estado de Derecho”, garantizando plenamente los derechos de los justiciables; y cuenta con una Carrera Judicial “de gran calidad, integrada por mujeres y hombres altamente cualificados, con un elevadísimo nivel de formación y plenamente comprometidos con su trascendental tarea”.
La importancia de la Justicia
Durante su discurso, el presidente del TS y del CGPJ ha recalcado la importancia que en nuestro Estado debe tener la Justicia no sólo como valor, sino también como servicio público al servicio de los ciudadanos, por lo que es necesario conjugar en ella “calidad y celeridad”.
La Justicia –ha dicho- es un “pilar fundamental del Estado de Derecho y de la propia democracia”, pues ésta “no existe sin reglas que ordenen el funcionamiento de sus instituciones y normas que garanticen los derechos civiles y políticos y preserven la propia libertad”.
Ha añadido que la Justicia es “la principal herramienta de la que se sirve la sociedad para garantizar la supremacía de la ley y la tutela de los derechos individuales y colectivos”, y que son los jueces, a través de su trabajo, quienes con independencia y responsabilidad garantizan “la sumisión de todos los poderes públicos a la Constitución y a la ley” y constituyen el “bastión último y definitivo” en la protección y defensa de los derechos y libertades públicas.
El presidente del Poder Judicial ha señalado también que la Justicia es esencial para la convivencia social, en la medida en que es “un instrumento independiente y neutral para la resolución de sus conflictos”; y para el desarrollo económico, pues una justicia “ágil” y “con criterios claros y comprensibles” garantiza el nivel de seguridad jurídica que un país necesita para atraer inversiones y generar empleo.
Corrupción y violencia de género
Lesmes se ha referido asimismo a la función esencial de la Justicia en la lucha contra las más graves formas de delincuencia, “especialmente aquellas que minan la confianza de la sociedad en sus instituciones, como es el caso de la corrupción, o aquellas que nos resultan especialmente execrables, como la violencia de género”.
Tras decir que la Justicia no es ni puede ser el único freno frente a la corrupción, y que se precisan otras vías de intervención, particularmente las preventivas, el presidente del TS y del CGPJ ha subrayado no obstante que la Justicia “es una herramienta necesaria e imprescindible” en la lucha contra este fenómeno delictivo.
Tampoco el problema de la violencia de género “puede ser solucionado únicamente desde la respuesta penal”, ha dicho Lesmes, que ha señalado que sólo desde la educación en igualdad y la modificación de estereotipos sociales será posible erradicar esta lacra, “pero entre tanto el sistema judicial ha de estar preparado y dotado de mecanismos eficaces para reaccionar con la firmeza requerida, generando así confianza y seguridad tanto en las víctimas como en la sociedad”.
El juicio del “procés”, paradigma del trabajo de los tribunales
Durante su intervención, el presidente del Tribunal Supremo ha dedicado palabras de reconocimiento y gratitud a los magistrados de la Sala Segunda que en el llamado juicio del “procés” han puesto de manifiesto “una vez más, el compromiso de nuestros jueces con la defensa de los valores del Estado de Derecho proclamados por la Constitución”.
Lesmes ha hecho extensivo su agradecimiento a todas las personas que, desde sus respectivas áreas de responsabilidad, “hicieron posible el normal desarrollo de la vista oral”, entre las que ha incluido a las partes en el proceso, tanto acusaciones como defensas, “por el desarrollo de su trabajo, en el que ha primado la profesionalidad y el rigor”.
El juicio que quedó vista para sentencia el pasado 12 de junio, ha afirmado, “es el paradigma de esos miles de procesos que se celebran todos los días en nuestro país, dirigidos por jueces anónimos, y que se construyen sobre los pilares de la responsabilidad, dedicación, profesionalidad y búsqueda constante de la protección de los derechos de los ciudadanos, sin distinguir entre grandes y pequeños pleitos”.
Preservar las instituciones
Carlos Lesmes ha finalizado su intervención recordando que el mandato del Consejo General del Poder Judicial que preside expiró el pasado mes de diciembre, sin que las Cortes Generales hayan acometido su renovación.
“Este retraso constituye una grave anomalía en el funcionamiento de las instituciones y, si se prolonga, puede contribuir al descrédito del propio órgano de gobierno de los jueces. Por ello, conviene recordar que todos los poderes públicos tienen la obligación de preservar las instituciones como base de nuestra convivencia en paz y libertad, velando por su constante legitimidad”, ha dicho.
Lesmes ha añadido que el CGPJ “tiene asignada como crucial tarea la de velar por la independencia de jueces y magistrados, por lo que no debe verse debilitado por causas que le son completamente ajenas” y ha agradecido a los vocales del órgano que preside el compromiso y sentido del deber mostrado durante este periodo “para que nuestra institución no deje de cumplir en ningún momento la misión que constitucionalmente le ha sido asignada”.