15 Sep La procura ha inaugurado sus XII Jornadas Nacionales de Juntas de Gobierno en Huesca para hablar de transformación
Las XII Jornadas Nacionales de Juntas de Gobierno, denominada Los Colegios de Procuradores ante la Transformación de la Procura arrancaron este jueves, 15 de septiembre, en el Palacio de Congresos de Huesca con un discurso inaugural de la secretaria de Estado de Justicia, Ana María Sánchez Hernández.
En el auditorio se dieron cita casi 400 procuradores que asistirán las distintas mesas de debate sobre el futuro del colectivo. Junto a la secretaria de Estado de Justicia, que disculpó la ausencia de la ministra, Pilar Llop, por motivos de agenda, tomaron la palabra el decano del Colegio de Procuradores de Huesca y anfitrión de la jornada, Ramiro Navarro; el alcalde de la ciudad, Luis Felipe Serrate; Manuel Bellido, presidente del Tribunal Superior de Justicia de Aragón; Mª Asunción Losada, fiscal superior de la Comunidad de Aragón; María Ángeles Júlvez, directora general de Justicia de Aragón; y Juan Carlos Estévez, presidente del Consejo General de Procuradores de España.
Estévez mencionó que la pandemia había retrasado la celebración de las jornadas tres años y que, por ello, había “mucho trabajo acumulado” para debatir sobre el futuro de la profesión. El objetivo, afirmó “es adoptar unas conclusiones entre todos”. “Queremos analizar y reflexionar los temas de más actualidad e interés para el ejercicio de la procura, abordando temas relacionados con el presente y futuro del colectivo. A través de las mismas, se intentará diseñar entre todos la hoja de ruta y definir los objetivos básicos que debemos perseguir y alcanzar”, afirmó. “El futuro lo escribimos nosotros”, subrayó ante los asistentes.
Entre los temas que citó Estévez, y que se tratarán en las jornadas de los días 16 y 17 en Huesca, se encuentra la polémica sobre la nueva regulación de los aranceles, que se está negociando con el ministerio. “Pronto habrá noticias, soy optimista”, auguró. El presidente también destacó otros asuntos, como el uso de la tecnología, del que, dijo, “hemos sido siempre precursores”, o la gran demanda de la profesión desde hace décadas de asumir las funciones de ejecución de las sentencias.
Precisamente esta petición monopolizó parte del debate de la primera mesa de las jornadas, que reunió a cuatro exministros de Justicia, Francisco Caamaño, Alberto Ruiz-Gallardón, Rafael Catalá y Juan Carlos Campo. Un debate moderado por el presidente de los procuradores, Juan Carlos Estévez.
Todos ellos coincidieron en la importancia de la figura del procurador en el sistema de administración de justicia y avalaron las aspiraciones del colectivo sobre la posible participación de la procura en la ejecución de sentencias. Los exministros recordaron su experiencia con el expediente abierto en Bruselas a raíz de la exigencia europea de acabar con las profesiones con reserva de funciones. De aquella directiva “que denominamos Frankestein”, apuntó Caamaño, llegó el problema de competencia y la lucha que todavía sigue coleando. El exministro se mostró partidario de la integración de la procura en más funciones en la administración de justicia, de modo que se gane en eficiencia. “La única forma de vencer a Europa es tener un proyecto amplio de cómo va a ser el auxilio a la justicia. Necesitamos vencer la idea de reserva de función”, aseguró.
En este sentido, Ruiz-Gallardón subrayó la importancia de conseguir que las sentencias se ejecuten eficazmente como elemento fundamental para dotar de seguridad al sistema judicial, que es, afirmó, “el factor de competitividad más importante en un mundo globalizado”.
Sobre la asunción de nuevas funciones de la procura, Rafael Catalá dijo creer en “espacios compartidos”. Los letrados de la administración de justicia, señaló, “no deben ver una amenaza en los procuradores”. En Bruselas, explicó, todavía no comprenden bien la labor que estos profesionales realizan, “no es un coste redundante”. “Pero la mejor forma de legitimar vuestra profesión es abrir líneas colaborativas”, afirmó ante el auditorio.
Esa misma idea de avance es la que defendió Juan Carlos Campo, quien aseguró que “debe haber un cambio en el papel de la procura”. Su principal valor, subrayó, no es representar a la parte, sino el hecho de que, la tranquilidad que da la comunicación con el procurador, “no lo da nada”. El procurador, terminó, “tiene que ser consciente de su protagonismo, por la garantía que ofrece y porque es un cordón umbilical con el ciudadano no lo sustituye nadie”. “El futuro de la procura tenemos que resolverlo entre todos, pero al frente tenéis que seguir vosotros”, aconsejó.